Ya hemos presentado qué es un huerto urbano, algunos factores a tener en cuenta a la hora de empezar un huerto urbano y dónde podemos tenerlo dividido en parte uno y parte dos. Ahora toca pasar a la acción. En Qué Cosucas disponemos de una terraza de tamaño medio, no llega a ser cómo la vista en el otro artículo, pero es suficiente para tener un huerto urbano interesante.

Para esta terraza tengo distintas ideas para llevar a cabo el huerto urbano, pero creo que lo mejor es ir poco a poco. Ir plantando cosas fáciles, ir viendo las distintas formas de macetas y formas de ocupar el espacio de la manera más óptima. Empezar a probar a plantar directamente con semilla, a hacerlo en semillero o con plantel. A plantar especies comestibles y especies decorativas. Y de todo ello ir aprendiendo para poder contar mi experiencia en la web.
Mi primer contacto con el proyecto del huerto urbano ha pasado por quitarme el plano que tenía de la terraza con todo colocado dónde creía que debía ir, para dejar paso a una primera maceta de tamaño medio dónde tener la primera experiencia. Compré una maceta de medidas 1 metro de largo por 40 cm de ancho, con un doble fondo para el exceso del agua.

Lo siguiente fue el sustrato. Tras leer en distintos sitios lo que era mejor para un huerto en maceta, me decanté por lo recomendado, hacer una mezcla con fibra de coco y humus de lombriz. Lo compré vía online en una web de mi ciudad –Un huerto en mi balcón-, dado que en la mayoría de invernaderos no lo tenían. Ya hablaré de estos dos materiales en un posterior artículo.
Una vez hecha la mezcla para tener el sustrato y dentro de la maceta, procedí a plantar las dos especies vegetales que compré en plantel, seis lechugas y dos acelgas. Y a echar las semillas de rabanitos, zanahorias, romero y salvia. Todo esto ha sido el día 16 de Julio. En la foto se puede ver cómo quedó el resultado.
A partir de aquí mi trabajo ha sido el riego diario por estar en verano y porque a la terraza le da el sol durante muchas horas y de forma muy directa. Todas las mañanas botella en mano he regado de forma abundante pero sin llegar a encharcar la tierra. Puedo decir que cada vez que lo hacía sentía una sensación de bienestar y salía de casa hacía el trabajo pensando en el huerto ubrano, en cómo me gustaría verlo crecer.
A los pocos días no había un gran avance, pero es algo que se ha de aprender, paciencia. Cada día que pasaba y volvía a casa lo primero era ir a ver la maceta. Poco a poco se podía ver que estaban empezando a crecer. A la semana y poco empezaban a asomar los rabanitos y las zanahorias. A las acelgas les salían hojas y las lechugas crecían. La siguiente foto está tomada a las dos semanas y media y en ella se puede ver que el crecimiento es notable. Incluso en muy pequeño se ve que están empezando a germinar dos semillas de romero.

Ahora toca seguir con el cuidado de este primer huerto. Estar atento al riego, a las posibles enfermedades y visitantes aéreos, a la exposición solar y a elegir de todo lo que hay qué quitar para que no compitan entre ellas por “comer”. Por ahora todo marcha bien y me gusta el resultado.
Un comentario
Te invitarás a una buena ensalada, no? 😀