En esta ocasión voy a hablar de los tipos de emociones y más adelante iré sacando post de cada una de las emociones.
Para clasificar las emociones se han empleado numerosos criterios y parece que la propuesta evolucionista es la que ha tenido mayor trascendencia, las divide en primarias y secundarias.

Las emociones primarias o puras, son fruto del desarrollo evolutivo del sujeto y emergen en los primeros momentos de la vida. Son la sorpresa, asco, miedo, alegría, tristeza e ira. Cada una de ellas se corresponde con una función adaptativa y poseen condiciones desencadenantes específicas y distintivas, un procesamiento cognitivo propio, una experiencia subjetiva característica, una expresión corporal y facial propia y un afrontamiento diferente.
Las emociones secundarias también se denominan sociales, morales o autoconscientes y son la culpa, vergüenza, orgullos, celos, azoramiento, arrogancia, bochorno, etc.. Aparecen más tarde, en la infancia intermedia aproximadamente a los 3 años.
Por lo general, es a partir de los 2 años de edad cuando un niño comienza a sonrojarse, a avergonzarse en público (por ejemplo si se cae al suelo), a consolar a otro niño que llora…
Son necesarias ciertas condiciones primarias para que aparezcan estas emociones: la aparición de la identidad personal, estar iniciando la internalización de ciertas normas sociales (lo que esta bien y mal), y que sea capaz de evaluar su identidad personal de acuerdo a estas incipientes normas sociales.
Se podría decir que las emociones secundarias se obtienen de las primarias, con matices, mezclas… (por ejemplo la reacción emocional de los celos son un a mezcla de ira, tristeza y miedo), y también se obtienen de la cultura en la que se ha desarrollado la persona y de su propia historia personal.
Su manifestación emocional es también de carácter personal y mezcla de sus componentes, por ejemplo el afrontamiento de los celos pueden llevar a abandonar o destruir al ser amado, a espiarle, a intentar reconquistarle, a llorar, etc.
Para concluir os invito a la reflexión. Por qué durante años, o más bien siglos, pensadores, filósofos, religiosos, personas cultas y sabias, nos han intentado explicar, convencer e incluso obligar a controlar e ignorar nuestros sentimientos, o más bien, la expresión o manifestación de los mismos.
El ser humano, ese animal racional que debe controlar sus impulsos. ¿Qué se ha ganado con tanta represión? Parece ser que expresar nuestros sentimientos o emociones nos hace débiles, yo no estoy de acuerdo.
Todo empieza con el racionalismo, con Platón y Aristóteles a la cabeza (y tan a la cabeza, hace más de 2300 años que murieron), en el cual el comportamiento de los factores emocionales apenas ocupa lugar, pues es la razón humana el factor predominante que dirige nuestro comportamiento o conducta.
La voluntad del hombre es libre de elegir lo que la razón dicta y como es hombre no esta determinado en su comportamiento ni por las condiciones externas ni por los impulsos irracionales internos, es decir, las emociones y pasiones. Esta teoría ha sido durante siglos base de la doctrina moral teológica y de textos legislativos: el hombre es libre en su pensamiento y acción y por tanto, responsable.
El “peligroso impulso emocional” o pasión en el mundo clásico, representaba un papel jerárquicamente inferior con relación a la razón, más primitivo y animal.
Pero bueno, ya habrá tiempo de hablar de la historia del pensamiento con sus teorías, escuelas, corrientes…..
Hasta pronto! Diana.
Foto: A METEOR SHOWER