Dos lechugas quedaban en la maceta. Esta noche una de ellas ha sido cortada para disfrutar de ella en ensalada. La otra la mantenemos y poco a poco iremos cortando sus hojas según necesitemos. La tercera fue hace semanas cortada y regalada, ¡¡¡ qué también debemos presumir de huerto urbano !!!

Y no es por seguir presumiendo, pero la verdad es que la lechuga estaba muy tierna, estas han salido mejores que las que tuvimos plantadas en verano. Y qué decir de la sensación de salir, cortar, lavar y poner en el plato, es única.

Esperamos que para la próxima temporada de tomates también podamos unir a la ensalada unos tomates recién cortados del huerto.