Cerveza y cerveza en general es la bebida del verano, pero sin hacer abuso de ella, ya sabéis a qué me refiero.
Y entre las que he probado y que tenía pendiente hablar de ella es la Cerveza La Goudale, una cerveza francesa que ya hace unos meses que bebí y a ver qué leches (uhmm aquí no hay sitio para la leche !!!) os cuento yo ahora.
Como ya me habréis leído alguna vez, esto de tener amigos viviendo en otros país me sirve de suministro cervecero de otras zonas. La Goudale es una de ellas y en formato de 33cl, que he visto que suele ser habitual encontrarla en 75cl.
Al norte de la tierra Francesa cerca de Bélgica es dónde tenemos que irnos para encontrar la fábrica de dónde sale la cerveza que hoy me trae por aquí. En concreto a la brasería Gayant, lugar con solera y del cuál salen varias cervezas a parte de La Goudale. Algunas de ellas conocidas y que ya se han pasado por el blog, como la Cerveza Belzebut. O la Grain d’Orge que está ahí en la estantería esperándome para probarla.
Vamos, que estamos ante una fabrica con tiempo, desde 1919 haciendo birra, y experimentos como cerveza con tequila o la cerveza del demonio.
Cata Cerveza La Goudale
Al lío, servimos la Goudale en vaso y nos encontramos con una cerveza brillante, rubia con una buena corona de espuma blanca y contundente, que nos va a durar un buen rato.
Un color amarillo, ambar, nada turbio, al revés, muy claro e iluminado, con algo de burbujeo. Al olfato para mi tiene bastante predominio de malta, de cereal con algún toque dulzón.
Tiene una graduación superior al 7%, alcohol que se nota al sorbo. Es una cerveza densa con ciertos toques afrutados en boca y un ligero amargor al paso.
Tiene un regusto amargo sostenido, vamos que tras un rato del sorbo notas ese amargor en la boca. Pero de nivel moderado, lo que hace que sea fácil de beber.
No estamos ante un cervezón para tirar cohetes, pero tampoco ante una cerveza mala o normalucha, como una artesana que he probado hace poco.
Visto lo de esta cerveza creo que voy a encargar la Ipa que tienen y la versión navideña, que puede merecer la pena catarlas. Venga a compartir por las redes sociales para que mi proovedor de cervezas francesas se anime a traermelas.